Etapa 22 Astorga - Foncebadón

Viernes 15/6/2018



Con el punto de mira en los Montes de León, el Camino Francés se interna por la maragatería. Comarca habitada en su día por arrieros y que aún conserva sus recias casas en sillarejo y provistas de portalón, sus danzas al son de la flauta y el tambor y sus guisos pantagruélicos. Rabanal del Camino, fin de la novena etapa del Codex Calixtinus, y Foncebadón, en las laderas del Irago, se presentan como posibles finales de etapa.

DIFICULTADES
Subida imperceptible entre Astorga y Rabanal del Camino y más exigente hasta Foncebadón:
Se ascienden 283 metros de altitud entre Astorga y Rabanal, una subida muy tendida y casi imperceptible. Desde Rabanal a Foncebadón son cerca de 280 metros en 5,6 kilómetros, ascenso más exigente.


CRONICA

Como la mayoría de los días las 6:00 es la hora de ponerse en pie y como la etapa no es de las fáciles, comenzamos la andadura a las 6:30.
A los 7 kms., paramos a desayunar y aprovechamos para refrescar los pies. En el km., 19 volvemos a parar para descansar y poder afrontar los últimos 6 kms., de duro ascenso y terreno irregular, pero de agradable paisaje.
Sobre las 13:15 arribamos a Foncebadón, un pueblo en plena montaña con unas vistas maravillosas. Nos alojamos en el ALBERGUE LA CRUZ DE FERRO; 9,5€, aceptable.
Por la tarde y hasta la hora del partido España- Portugal, nos sumamos a la tertulia de Ernest (catalán independentista) Dominique, Jesús, Valeria y otro peregrino italiano.
La tertulia se descarría y solo quedan Antonio y Ernest; mano a mano con el referéndum de independencia.
La comida y la cena la hacemos en el albergue, al estar ubicados en medio de la nada.

Lugares de interés:

MURIAS DE RECHIVALDO:
Es la típica población maragata. Fue un pueblo de arrieros, ocupación secular de los maragatos. Destaca la iglesia parroquial de San Esteban con su característica espadaña, del siglo XVIII. Lo más importante de ella, por su relación jacobea, es un relieve de la Virgen del Pilar cobijado en una hornacina sobre el dintel de la puerta. También hay una estatua de San Roque Peregrino. Hay varios locales donde sirven bocadillos y comidas. A dos kilómetros de Murias de Rechivaldo se encuentraCastrillo de los Polvazares, el núcleo más representativo de la maragatería. El pueblo está en excelente estado de conservación, sobre todo su calzada. Es típico y pantagruélico el cocido maragato.

SANTA CATALINA DE SOMOZA:
La hospitalidad es una constante en la historia de Santa Catalina de Somoza. Del antiguo hospital de la Virgen de las Candelas ya no quedan restos. En la iglesia parroquial de Santa María se conserva una reliquia de San Blas, patrono del pueblo, uno de los santos más presentes en el Camino por su vertiente asistencial y sanitaria. Como en muchos otros pueblos la calle Real es la sirga peregrinal. La localidad tiene varios albergues y bares.

EL GANSO:
En El Ganso, que resucita cada verano por el paso de los peregrinos, aún pueden verse casas teitadas cubiertas de pajas de centeno. Este tipo de cubierta que se remonta a la prehistoria ha perdurado durante siglos y se ha considerado como el indicio del substrato celta de toda esta extensa zona. La iglesia parroquial esta dedicada a Santiago y en su interior se puede contemplar una bonita talla (siglo XVI) del Santo vestido de peregrino. En el atrio de la iglesia hay una capilla conocida como del Cristo de los peregrinos. Como recoge el tomo dos de las Peregrinaciones a Santiago de Compostela, en El Ganso hubo un hospital que fue donado a los canónigos de Astorga en 1142 y un monasterio que pertenecía al de Aguilar de Campoo.

RABANAL DEL CAMINO:
Esta localidad de casonas macizas de piedra sirvió de avanzadilla a los Templarios de Ponferrada para proteger a los peregrinos hasta su llegada al Bierzo. Rabanal sirvió también de posada (casa de las Cuatro Esquinas) a Felipe II en su peregrinación a Santiago. Desde esta villa, según la leyenda, Carlomagno y su fiel caballero bretón Anseïs contemplaban Astorga y Sahagún. Durante la Edad Media existieron varios hospitales e iglesias. Los peregrinos paraban aquí a recobrar fuerzas y se agrupaban para sortear las cumbres del peligroso monte Irago, donde acechaban los animales salvajes y los bandidos. Antes de entrar en el pueblo se encuentra la ermita de la Vera Cruz, construida en sillarejo y techada por teja árabe en el siglo XVII o XVIII. Ya en la calle Real se puede contemplar la capilla de San José y el Hospital de San Gregorio. En la parte alta del pueblo se halla la iglesia parroquial de la Asunción, uno de los pocos ejemplos románicos que se pueden encontrar en esta zona. Rabanal del Camino, localidad perteneciente al municipio de Santa Colomba de Somoza, tiene cuatro albergues, una tienda y varias posadas donde se puede comer.

FONCEBADÓN:
Una cruz de madera da la bienvenida a Foncebadón, pueblo arruinado y asentado sobre el monte Irago. En el siglo X, Ramiro II de León convocó aquí un concilio y en el XI, un ermitaño del Bierzo llamado Gaucelmo construyó una alberguería. El navarro Pascual Madoz relata en su diccionario estadístico de mediados del XIX que Foncebadón tenía iglesia parroquial de Santa María Magdalena servida por un cura de ingreso y libre provisión. En este enclave de pastizales y casas derruidas, una taberna, un restaurante, varios albergues y el paso incesante de los peregrinos se encargan de mantener vivo el recuerdo de lo que fue un día Foncebadón.




La sombra del peregrino
Encuentro con Angelica (ciclista de Lago)





Murias de Rechivaldo





Primera ampolla de Tomásdespues de 22 dias






Santa Catalina de Somoza ©Panoramio /Carlos Sieiro del Nido
Sta. Catalina de Somoza


Santa Catalina de Somoza




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El Ganso


Rabanal del Camino



Vistas desde el Albergue de Foncebadon

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Foncebadón




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